cuando estoy ebria puedo sentir mi respiración
puedo saber que estoy aquí en mi cuerpo,
dentro de mis sentidos... sólo hay que cuidar la dosis
esa que siempre se me va de las manos!
no he aprendido a dosificar aun
con la ilusión de poder manejar
los sentimientos que me mueven,
los que quiero que me muevan,
y los que me mueven aunque yo no quiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario